PATRICIA MEDICALYSADO
LAS BOTAS
Las botas son un estimulante del apetito sexual de muchos hombres, tanto con el pie dentro, como si están solas.
La persona que es fetichista de las botas, se puede excitar, al verlas, olerlas, al rozar el con ellas sus genitales, al sentir el taconeo, al besarlas o al limpiarlas, y llegará a satisfacer su sexualidad gracias a este fetiche, dándole más importancia que a la persona que las calza.
Unas botas tienen un claro potencial como señal de poder.
LOS ZAPATOS
Unos zapatos con un tacón de aguja muy alto, tienen una clara connotación sexual, incluso aunque no haya unos pies dentro.
Esta tendencia fetichista, se da también en la niñez, y la persona la desarrollará y la llevará consigo toda su vida.
El fetichismo de zapatos de tacón es el más frecuente, tanto en hombres como en mujeres, debido a su estética, ya que un zapato de mujer es mucho más bonito que el de un hombre.
Las prácticas más frecuentes que se pueden realizar con unos zapatos son, las de masturbar, pisar los genitales, meter el tacón en la vagina o en el ano, lamer el zapato o cualquier parte de éste, pisar o subirse encima de alguien con los zapatos puestos, pisar la comida y obliga al individuo a eyacular encima de los zapatos.