PATRICIA MEDICALYSADO
El FETICHE DE FUMAR
Encender un cigarrillo en presencia de un sometido, es un acto de dominación por parte del ama, más aún si le obliga a éste a tragar el humo que ella exhala, después de jugar con él en su boca.
Con el cigarrillo se puede humillar a la persona , tratándola como un cenicero humano, utilizando sus manos, boca o cualquier parte de su cuerpo, para arrojar las cenizas.
Un cigarrillo se puede utilizar como instrumento de tortura, provocando sensaciones de dolor especial, muy cercano al placer. Esto sucede cuando se acerca demasiado a la piel, del pene o de los pezones y la roza sin llegar a quemar.
MIS PIES PARA DAR PLACER COMO OBJETO DE DESEO Y COMO INSTRUMENTO DE CASTIGO
Los pies ya sean descalzos o calzados, aparte de ser un objeto de deseo, también son un medio para dominar, humillar, provocar placer o dolor. Los pies de un ama, pueden hacer mucho en el cuerpo y en la mente, de una persona.
Con mis pies, ya sean desnudos o calzados, puedo pisar la espalda y el pecho o la cara de mis sometidos, asà como sus genitales, dotándolos de sensaciones de humillación, deseo, dolor y placer.
Puedo castigar pisando y golpeando genitales, o propiciando patadas en determinadas zonas del cuerpo. Adiestro a mis adeptos a degustar su aroma, asà como el de mis medias y zapatos.
Me place que los cubran de besos, mimos y caricias. También los suelo usar para masturbar y proporcionar un placer especial, que provoca sensaciones diferentes a una masturbación hecha con las manos, y que sólo gusta y es placentera para aquellos que se sienten atraÃdos por los pies.
Me gusta usar tacones muy altos, que marquen su arco.
VIBRACIONES
Para quien le gusta el placer y no le atrae nada el dolor, experimentar una vibración ya sea en el glande, en los cuerpos cavernosos, en los testÃculos o en el ano puede ser sublime.
Las vibraciones siempre son placenteras, ayudan a aumentar la erección y estimulan para mantenerla el mayor tiempo posible.
En ningún caso son perjudiciales para la salud.
Utilizo mis juguetes con vibración, cuando quiero que el individuo controle su orgasmo, durante el mayor tiempo posible, lo llevo al lÃmite una y otra vez, sin dejar que eyacule, hasta dejarlo agotado, provocando en él sensaciones de dominación y humillación.